Hoy nos toca la primera entrada de ‘Una ventana al mundo’, porqué el mundo no solo se limita a San Francisco hay muchos otros rincones del mundo que quedan por descubrir. Nunca pense que podía cometer tal locura: he pasado 20 horas despierto en Valencia. ¿Para qué? Para enseñaoros todo esto. Os detallo todo mi día.
A las 8:15 suena el despertador, desayuno, ducha y a la estación a coger el tren rumbo a Valencia. Cogemos el tren a las 9:25 y llegamos a Valencia a las 10:25, una hora justa de viaje. Desde que salí de Gandía iba con las pilas puestas. Iba con tres amigos más e iba con muchísimas ganas de pasármelo bien. Llegamos a Valencia. Teníamos muchas ganas de ver fallas, ver la mascletà, así que empezamos a andar sin rumbo, vimos todas las fallas que no queríamos. Dimos la vuelta a todo el centro de Valencia. Vale, sí, estabamos perdidos, no teníamos ni la más mínima idea de donde estaban las principales fallas. Volvimos a la estación, ya que se encuentra en el centro de Valencia y desde ahí fuimos a la Plaza del ayuntamiento donde vimos nuestra primera falla. En el camino tubimos la maravillosa suerte de que unos chicos estaban repartiendo planos de la ciudad de Valencia, lo habíamos conseguido, teníamos el ansiado plano y para celebrarlo nos compramos unos churros.
Con mapa en mano decidimos que teníamos que empezar a ver fallas o el tiempo se nos echaba encima. Vimos las fallas más importantes: Na Jordana, Convento Jerusalem, Falla del Ayuntamiento, Sueca-L.Azorín… pero nos guardamos una para la tarde, porque teníamos que elegir entre comer y tener un buen sitio en la ‘Mascletà’ o ver la última falla más importante. Lo decidimos, nos fuimos a comer porque queríamos ver la ‘Mascletá desde un buen sitio. Estabamos a 20 minutos del lugar donde teníamos pensado comer y eran las 12:30h, queríamos empezar a comer a las 12:45h para así estar en la a la 13:00h en la Plaza del Ayuntamiento. Iluso de mí, las cosas en la teoría son magníficas pero en la práctica… un poco más difíciles. Ya llegamos más tarde de lo previsto a Pans & Company que es donde queríamos comer. ¿Podíamos entrar? Con un poco de esfuerzo lo conseguimos, mientras dos estabamos abajo haciendo cola, los otros estaban arriba intentando coger una mesa para poder sentarnos que desde que habíamos dejado el tren no lo habíamos hecho. Después de un cuarto de hora, lo conseguimos y nos sentamos.
A la 13:30 terminamos de comer, lo hicimos tan rápido como podimos. Ibamos a intentar colarnos entre la gente para poder llegar a un buen lugar en la plaza del Ayuntamiento. Otra vez fuimos demasiado ilusos, no podíamos ni salir de Pans & Company. ¡Qué locura! No podíamos ni entrar ni salir así que vimos la ‘Mascletá’ desde la puerta de Pans & Company.
Se termina la ‘mascletá, después de ver a varias camillas con gente por desmayos, podimos salir y nos fuimos a ver la falla del Pilar, para mí la que tenía que haber ganado, era alucinante como en un sitio pequeño podían meter una falla tan grande. Terminamos de ver todas la fallas, estabamos muertos de calor así que sin pensarnoslo entramos a la tienda de Apple a que nos bajase un poco el calor que teníamos o en nada ibamos a ser nosotros los que iríamos en la siguiente camilla. Entramos pasamos media hora y ya sonaban las banda de música por la calles, empezaba la segunda tanda de la ‘Ofrena’. La vimos un rato, hasta las 16:30 más o menos, y depués sin saber exactamente donde ibamos decidimos ir a ver unas de las fallas que habían dentrás de la estación, y voilà, sin saberlo llegamos a las fallas que tenían el primer y segundo premio de decoración de calles. El problemas era que no estaban las luces encendidas, pero daba igual, no habíamos venido a Valencia a perder el tiempo sino a ver fallas. Estabamos destrozados, volvíamos a coger el tren hacia Gandía para estar allí a las 19:11. El tren se retrasó un poco, se fue la luz y hubieron unos cuantos problemas más.
Yo volvía a Gandia para coordinarme con mis padres, ya que a las 20:55 volvíamos a Valencia a disfrutar de la brillante ‘Nit del Foc’. Cené lo más rápido que pude, porque ya ibamos mal de tiempo, como todo el día, pero bueno la intención era lo que contaba. A las 21:55 llegué otra vez a Valencia, mi pies empezaban a temblar, pero tenía que aguantar porque eran Fallas y solo son cuatro días al año.
Como iba con gente que no era la misma con la que había ido por la mañana, volvimos a ver algunas de las fallas más importantes de Valencia, y por fin llegamos a las fallas que habían ganado 1º y 2º premio por engalanamiento de calle. ALUCIANANTE. Así es como lo describiría si me pidiesen una sola palabra.
Después nos fuimos a ver la ‘Nit del Foc’. 1500 kg de pólvora se dispararon en esa noche. 20 minutos de espectáculo. Los pirotécnicos hicieron maravillas con la pólvora, para mi el momento más impresionante fue cuando hicieron con fuegos aritificiales la bandera de la Comunidad Valenciana.
Después nos fuimos otra vez al centro, no quedaba ver la última falla que todavía no habíamos visto desde que había llegado a Valencia por segunda vez, en el camino nos compramos chocolate calentito para calentarnos porque hacía un frío, y yo también me comí unos buñuelos bañados con chocolate.
Ya con el estómago lleno nos fuimos a ver el manto de la virgen que ya estaba terminado. Era precioso ver como con ramos de flores de diferentes colores creaban un manto perfectamente confeccionado.
A las 3:55 cogíamos el tren hacia Gandía para así llegar a Gandía a las 4:55. El tren se retraso 15 minutos. Terminaba un día de los más intensos de mi vida. Lo había conseguido, 20 horas sin dormir en Valencia. A las 5:30 llegué a mi casa y caí muerto en la cama.
y vosotr@s ¿Habéis visitado las fallas de Valencia alguna vez?
Vicent
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